INTOLERANCIA A LA FRUCTOSA
MEJORA TU SALUD CON LOS CONSEJOS DE UNA DIETISTA-NUTRICIONISTA
¿En qué te puedo ayudar?
Hola. Me llamo Marisa Burgos y soy dietista-nutricionista de la Clínica Alimmenta. A lo largo de mi carrera profesional he ayudado a muchos pacientes con diferentes patologías digestivas a mejorar su salud mediante una dieta personalizada. Desde este espacio quiero ayudarte a resolver tus dudas.
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Mi experiencia
Tengo más de 10 años de experiencia en consulta, colaboro con el Colegio de Dietistas Nutricionistas de Catalunya y soy autora del libro: “Yo como, nosotros engordamos, ellos nos guían?”.
Mi formación
Licenciada en Nutrición en la UNSA, Máster en Nutrición y Alimentación y curso de perfeccionamiento en nutrición deportiva por la Universidad de Barcelona. La actualización constante es imprescindible para llevar a cabo una atención integral del paciente.
Nutrición clínica
Nutrición deportiva adaptada
Control del peso
Suplementos y probióticos
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Las dudas más frecuentes
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¿Qué es la fructosa?
Las frutas y verduras contienen fructosa, el cual es un monosacárido que se ingiere principalmente como sacarosa. La sacarosa está formada por glucosa y fructosa y es comúnmente conocida como azúcar común. Este debe ser absorbido por las células epiteliales y luego metabolizado por nuestro organismo para poder ser utilizado. Entonces, la Intolerancia a la Fructosa se da cuando hay un problema en la absorción o metabolización de dicho azúcar.
¿Es lo mismo la Intolerancia Hereditaria a la Fructosa que la Malabsorción de la Fructosa?
La Intolerancia Hereditaria a la Fructosa (IHF) y la Malabsorción de la Fructosa son dos casos muy distintos, y para poder saber qué tratamiento alimentario seguir es necesario conocer sus diferencias.
La IHF es un error innato del metabolismo de la fructosa. Ocurre a nivel genético y es del tipo autosómico recesivo. Se le considera una enfermedad rara pues se da en 1 de cada 20.000 personas.
La fructosa es un monosacárido que se absorbe a nivel intestinal por unas proteínas transportadoras denominadas GLUT 5, y luego, tras haber ingresado al organismo es metabolizada en el hígado por la enzima Aldolasa B para su posterior utilización en otras vías metabólicas.
Lo que sucede en quienes padecen de IHF, tienen una deficiencia de la enzima Aldolasa B. Como consecuencia, se acumula en el organismo un producto intermedio del metabolismo de la fructosa el cual es tóxico para el organismo. Los síntomas que se suelen presentar son: náuseas, vómitos, deshidratación, disfunción hepática e hipoglucemia. Por tanto, la IHF es una situación que suele diagnosticarse a muy temprana edad y es irreversible. Para su diagnóstico, se realizan test bioquímicos y test genéticos.
En cambio, la Malabsorción de la Fructosa es una situación mucho más común que puede afectar a más de un 30% de la población. Lo que sucede aquí es que las células intestinales no tienen la capacidad de absorber la fructosa correctamente ya que las proteínas transportadoras son deficientes de manera parcial o total. La severidad de la malabsorción de pende de cuan deficiente sean las proteínas transportadoras de fructosa. Esto genera síntomas gastrointestinales como: diarreas, dolor abdominal, náuseas o gases. La Malabsorción de la Fructosa puede ser reversible o irreversible y se diagnostica mediante un test de hidrógeno espirado.
En conclusión, el tratamiento dietético de cada una debe ser diferente. Depende de la patología que se padezca y teniendo en cuenta que la gravedad de sus consecuencias es distinta.
¿Qué debo comer si padezco Intolerancia Hereditaria a la Fructosa?
Quienes padecen de IHF deben seguir una dieta estricta sin fructosa, su ingesta no debe ser mayor a 1-2g de fructosa al día ya sea en forma de fructosa, sacarosa o sorbitol (edulcorante que metabolizado puede generar fructosa). Es importante leer el etiquetado de los alimentos procesados para conocer su composición y así evitar el consumo de fructosa.
Este tipo de dieta deber ser suplementado con Vitamina C y Ácido Fólico, ya que la ingesta por la dieta es deficiente.
¿Qué frutas y verduras son las más difíciles de digerir y no debería consumir nunca? ¿Qué frutas contienen más fructosa?
Las frutas con mayor contenido de Fructosa, y que por ende su consumo debe ser limitado, son: el albaricoque seco, los caquis, las cerezas, las guindas, la ciruela, las pasa, la chirimoya, los dátiles, los higos secos, las brevas, la manzana, la pera, la ciruela y la uva.
Las verduras en general, tienen un menor contenido de Fructosa que las frutas, sin embargo, con las que se debe tener mayor cuidado son: el apio, el brócoli, la calabaza, las cebollas, las coles, el repollo, la coliflor, la escarola, la zanahoria, los espárragos, los puerros y el tomate. Puedes visitar este link para encontrar una tabla con el contenido de Fructosa por alimento.
Un factor importante a tomar en cuenta, es el tiempo de maduración, ya que cuanto más madura sea la fruta, mayor será su contenido de Fructosa.
¿Cómo varía la dieta en la Malabsorción de la Fructosa?
Si padeces de Malabsorción de la Fructosa, la dieta debe ser restringida en fructosa. El grado de restricción variará de pendiendo de la severidad de la malabsorción.
Si la malabsorción es total, la dieta es igual a la de quienes padecen IHF, es decir, persona no podría ingerir ningún alimento que contenga fructosa o sacarosa. Pero, si la malabsorción es parcial, entonces es posible consumir ciertos alimentos con bajo contenido en fructosa e inclusive, una cantidad moderada de alimentos con un elevado contenido en fructosa.
Cualquiera que sea tu caso, te recomendamos contactar con un dietista-nutricionista que te pueda asesorar en tu alimentación, para que teniendo en cuenta las restricciones, se logre una dieta variada y agradable. Según en grado de restricción se deberá valorar una suplementación.
¿Cómo afecta a la salud?
La Intolerancia a la Fructosa puede manifestarse como una Malabsorción de la Fructosa. Hasta que no se maneje una dieta adecuada, la Malabsorción a la Fructosa se manifestará mediante problemas gastrointestinales como: diarrea, gases y distensión abdominal. Esto causará que las vellosidades intestinales, que se encargan de la absorción de los nutrientes, se vean afectadas y así disminuyen su funcionalidad. Como consecuencia, no solo no se absorberá la Fructosa, sino también otros nutrientes. Así se genera un estado de déficit nutricional el cual puede causar una malnutrición la cual se ve reflejada en el adelgazamiento y cansancio.
La dieta indicada para la Intolerancia a la Fructosa es libre de Fructosa, Sacarosa y Sorbitol, por lo que se caracteriza por ser carente en Vitamina C, por lo que debe suplementarse. También se recomienda la suplementación con ácido fólico, puesto que estimula la actividad de las enzimas glicolíticas, y entre ellas, la fructosa-1- fosfato-aldolasa, lo que permitirá consumir una ligera cantidad extra de Fructosa sin padecer las consecuencias.
¿También puede verse afectada la salud del intestino?
Al no seguir las indicaciones nutricionales, el intestino se verá en un estado de inflamación constante, lo que conllevaría a una descamación de las células del intestino. De esta manera, las células intestinales pierden su capacidad de absorción y se puede llegar a desarrollar Malabsorciones Secundarias, tanto a los carbohidratos como a las grasas.
¿El consumo de probióticos es bueno para mi saluda intestinal?
Definitivamente. Los probióticos son el alimento para las bacterias intestinales, quienes además de tener una función protectora ante agente extraños, también ayudan a la digestión de diferentes nutrientes.
Las fuentes más ricas en probióticos son alimentos fermentados, tales como: el yogurt y el kéfir. Las cepas más frecuentes son: lactobacillus, bifidobacterium, streptococcus thermophilus y streptococcus lactis. También los encuentras como suplementos dietéticos, pero estos deben ser tomados bajo supervisión de un especialista.
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