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Si no puedo comer fruta y verdura ¿Qué puedo comer?

La fructosa es un monosacárido que forma parte de manera natural en frutas, verduras, cereales, caña de azúcar, miel y en pequeñas cantidades en algunas hortalizas. Pero actualmente la fructosa se utiliza como edulcorante artificial y está presente en muchos más productos alimentarios y medicamentos.

La tolerancia a la fruta y a la verdura puede variar según cada individuo dependiendo del límite de tolerancia individual, la cantidad de fructosa presente en el alimento, así como de otros hidratos de carbono de cadena corta (fodmaps) y la relación entre fructosa y glucosa. Hay frutas, verduras y hortalizas que fácilmente se toleran mejor que otras como, por ejemplo: espinacas, patatas, pepino, rábano, zumo de limón o lima, etc.

Los alimentos que por su naturaleza no contienen fructosa son los productos de origen animal como, por ejemplo: carnes, pescados, huevos, leche, quesos… estos alimentos se podrán consumir sin problemas si son frescos. Si se trata de productos de origen animal pero elaborados (salchichas, patés, embutidos…) se tendrá que prestar especial atención en el etiquetado, para saber si se le han añadido fructosa o aditivos en el procedimiento como el sorbitol (E420), igualmente se trata de productos ricos en grasa saturada y sal, por lo que su consumo ha de ser ocasional.

Otros alimentos sin prácticamente fructosa serían los farináceos, como arroz, avena, quinoa, pasta y los tubérculos como la patata o el boniato.

El aceite de oliva crudo también suele ser bien tolerado en cantidades moderadas.

Las bebidas comerciales se suelen endulzar con fructosa, porque es más dulce que la glucosa. Se tendrá que prestar atención en el etiquetado de las bebidas comerciales como los zumos de fruta, refrescos, bebidas edulcoradas…

A la hora de escoger la comida es importante saber el contenido de fructosa y glucosa así como el límite de tolerancia personal a la fructosa y otros fodmaps. Evitaremos consumir una elevada cantidad de fructosa excluyendo de la dieta los alimentos procesados (bebidas comerciales, platos precocinados, salchichas, patés…) y priorizando los alimentos frescos. Las frutas y verduras no se tienen que excluir del todo, sino que se tiene que valorar de forma individual la tolerancia a los distintos alimentos vegetales y así averiguar la ración que cada persona puede consumir sin provocar molestias digestivas.

BIBLIOGRAFÍA;

Fritsche, D(2009). Tabla de intolerancias alimentarias; lactosa, fructosa, histamina. Editorial: Hispano europea, S.A

Gil, A. (2010). Tratado de nutrición, tomo II: Composición y calidad nutritiva de los alimentos. Editorial: Editorial medica panamericana