Para saber qué es la Intolerancia a la Fructosa primero nos tenemos que preguntar ¿Qué es la fructosa? La fructosa es un monosacárido que forma parte, juntamente con la glucosa, del azúcar común (sacarosa) y está presente de forma natural en la miel, la fruta, verduras y en pequeñas cantidades en algunas hortalizas.
En los últimos años se han incrementado la utilización de la fructosa como edulcorante artificial para elaborar productos, ya que esta es más dulce que el azúcar. Se puede encontrar en productos como refrescos, caramelos, bollería… o bien en los productos denominados “sin azúcar añadido”.
La Intolerancia a la Fructosa también se le puede llamar Malabsorción de la Fructosa o bien Intolerancia Intestinal a la Fructosa.
La fructosa se absorbe en el intestino delgado por la acción de un transportador específico (GLUT5) y posteriormente pasa a la sangre con la ayuda de otro transportador (GLUT2) el cual transportará la fructosa conjuntamente con la glucosa y galactosa.
En el caso de la Intolerancia a la Fructosa hay un déficit o una inactividad de este transportador específico (GLUT5) provocando que la fructosa no se pueda absorber y, por tanto, pase al colon donde las bacterias intestinales actúan fermentando la fructosa, esto origina la liberación de gases (hidrógeno, dióxido de carbono y metano).
Por tanto, los síntomas que se presentan al consumir fructosa en caso de ser Intolerante a la Fructosa, serán síntomas gastrointestinales como diarreas, dolor abdominal, náuseas o gases.
Se tiene que tener en cuenta que en la Intolerancia a la Fructosa hay distintos grados que dependen del grado de disfunción o déficit del transportador específico para la fructosa.
Para diagnosticar la Intolerancia a la Fructosa se realiza habitualmente la prueba de hidrógeno del aire espirado. En esta prueba el paciente en ayunas ingiere una cantidad de fructosa. Si en la prueba se detecta hidrógeno en el aliento después de una hora de la ingesta de la fructosa, la persona se considerará intolerante.
En la actualidad no se conoce con exactitud la prevalencia de este tipo de intolerancia, y se cree que un gran número de casos deben ser encuadrados dentro de otras patologías que cursan con aumento de la permeabilidad intestinal como es el caso del Síndrome de Intestino Irritable (SII)
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